Temporada Sinfónica
‘Contraste’ y ‘conjuro’ son conceptos que incorporamos a nuestro discurso en esta nueva Temporada.
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El diseño de cada Temporada de Conciertos es un ejercicio constante de reflexión para seguir promoviendo desde Euskadiko Orkestra una cultura colectiva e individual a través de la música sinfónica. ‘Contraste’ y ‘conjuro’ son conceptos que incorporamos a nuestro discurso en esta nueva Temporada. El contraste lo encontraremos en la combinación de obras que son de repertorio habitual —algunas de las cuales tocamos ante muy poco público durante la pandemia—, junto a otras que interpretaremos por primera vez y que deberían formar parte de nuestra memoria sonora. Entre las primeras encontraremos a Schubert, Mahler y Brahms. Entre las segundas a Scriabin, Szymanowski o la gran formación sinfónica que requirió Schoenberg para su contundente Peleas y Melisande. Estrenaremos un concierto para percusión y orquesta del compositor Detlev Glanert, en el marco de un nuevo encargo compartido con otras dos orquestas europeas.
El argumento del conjuro lo incorporará la interpretación de Akelarre, obra-catedral de Pascual Aldave que recuperamos en el centenario de su nacimiento. El conjuro es el recurso transformador que requiere de complicidad y a menudo de la noche. Ahí encontraremos también a Beatriz Arzamendi, con Sorginen soinua y su mirada sobre el mito de las brujas, tan arraigado en Euskal Herria. Y también a Mahler en su Séptima Sinfonía, Schubert y Strauss, quienes nos darán sus visiones románticas sobre la noche.
Cada imagen en esta Temporada narra una historia y nos invita a explorar los límites de nuestra percepción y a adentrarnos en un mundo donde la realidad se funde con la fantasía, con los sueños y miedos individuales. En definitiva, con la creación, y en nuestro caso, con la creación musical.