Arriaga en las estrellas

La sala Tonhalle, sede de la Düsseldorfer Symphoniker, hace gala de su pasado como el planetario más grande del mundo en el momento de su construcción en 1926. Tras su última remodelación en 2005, al otro lado del cristal de la cúpula que cubre la sala se divisa toda la bóveda celeste. Es en realidad un efecto óptico obtenido a través de fotografías situadas tras la estructura semiesférica. Pero la sensación de disfrutar de la música, en este caso de la Orquesta Sinfónica de Euskadi, mientras se observaban las estrellas resultaba anoche absolutamente evocadora.
En lo musical, la Orquesta, dirigida por su titular Andrés Orozco-Estrada, escribió una página importante en su trayectoria, apoyada en todo momento por la calurosa acogida de un público entregado a cada nota. El programa, profundo y de enorme carga emotiva, arrancó con una Obertura de los Esclavos Felices de Arriaga que había causado gran expectación entre el entendido público alemán. Y, a tenor de la ovación posterior, no defraudó. Después sonó el Concierto para violonchelo y orquesta nº1 de Shostakovitch, para el que la Orquesta contó con la interpretación solista del francés Gautier Capuçon. Ante la insistencia de los aplausos, el cellista galo interpretó como propina "The Walk of the Small Soldiers", de Prokofiev. Ya en la segunda parte, Tchaikovsky y su Quinta Sinfónía ocuparon los atriles de una Orquesta que se creció en una noche inolvidable. Y como colofón y en agradecimiento al calor del público, la OSE interpretó la Amorosa de Guridi, una obra que la OSE lleva en su equipaje allá a donde va y siempre emociona. También anoche. En definitiva, fue un concierto de sentimientos, íntimos y universales, del ser humano ante la inmensidad del cielo, las estrellas y la música, de lo inabarcable.
Lo humano, lo individual adquiere además un valor esencial para una institución como la Tonhalle de Düsseldorf, que completa los conciertos con conferencias previas, como la que protagonizó el maestro Orozco-Estrada, o las explicaciones al público posteriores al concierto. Todo adquiere un sentido divulgativo dirigido a enriquecer la experiencia individual de un concierto o de otras expresiones culturales.
El concierto la Orquesta contó con una importante presencia institucional, ya que al mismo asistieron la Consejera de Cultura del Gobierno Vasco y Presidenta de la Orquesta Blanca Urgell, el Embajador de España en Alemania, Rafael Dezcallar, el Cónsul de España en Düsseldorf, Manuel Viturro y el Cónsul General de Francia en Düsseldorf, Hugues Nordi. Ingeteam, la firma que patrocina esta gira a Alemania, estuvo representada por su Director de Marketing Corporativo, Eduardo Giménez, la Responsable de Marketing, Itziar Lopez de Armentia y el Delegado de Ingeteam en Alemania, Josu Egea.
Dos orquestas bajo el cielo. El concierto ofrecido anoche en la Tonhalle de Düsseldorf fue el primero de la Orquesta de Euskadi en su gira a Alemania, fruto del intercambio con la Düsseldorfer Symphoniker. Ésta simultáneamente finalizaba ayer su periplo por tierras vascas con un concierto en el Euskalduna de Bilbao. Se da la circunstancia de que el mismo concepto de "música bajo las estrellas" se repite en el Auditorio del Euskalduna de Bilbao: en él el techo iluminado por puntos de fibra óptica simula un cielo estrellado. Por ello, podemos decir que la Orquesta de Euskadi y la Düsseldorfer Symphoniker coincidieron anoche bajo las estrellas.
Hoy la Orquesta viaja a Gütersloh, donde la Orquesta debutará en la Stadthalle.
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