“Brillante” Orquesta a orillas del Danubio
La Orquesta Sinfónica de Euskadi inauguró de manera sobresaliente ayer su gira internacional en la ciudad austríaca de Linz.
Con permiso de Anton Bruckner, originario de Linz y a quien la sala de conciertos debe su nombre como Brucknerhaus, nuestra Orquesta abrió el concierto de ayer en la capital de la Alta Austria con la Meditación de Aita Donostia. Escuchar e interpretar al compositor vasco a orillas del Danubio genera una gran emoción para la Orquesta. Y más aún para quien fue bautizada por él, Elena Martínez de Murguía, viola de la formación vasca que escuchaba con atención la obra que escribió su tío abuelo en 1908 para órgano y que, posteriormente orquestada, ha sido lo primero que ha hecho sonar la Orquesta en Linz. Es una obra corta, delicada y toda una invitación al recogimiento, que la agrupación interpretaba por primera vez.
Elgar se coló en Linz
El programa del concierto tuvo su contratiempo. La soprano Mojca Erdmann, que nos acompaña en esta gira y que intervenía como solista en la primera parte del programa interpretando a Mozart, se sintió indispuesta al mediodía y no podía afrontar todo el programa del concierto, viéndose obligada a guardar sus fuerzas para la Cuarta sinfonía de Mahler de la segunda parte. De manera que hubo que hacer de la necesidad virtud y, si bien estaba reservada para la primera parte del concierto en Múnich, las Variaciones Enigma de Elgar se adelantaron en Linz a los atriles de la Orquesta y ocuparon, tras Aita Donostia, la primera parte del concierto. La Orquesta lleva bien preparada esta obra, ya que durante toda la semana pasada fue interpretada en su Temporada de Abono, así que afrontó este cambio con seguridad y dio rienda suelta a las catorce variaciones que hablan de los amigos del compositor británico y que le sirvieron para alcanzar su fama. También el organista Bernhard Prammer, preparado para interpretar a Mozart, cambió sus partituras por las de las Variaciones Enigma y dio voz al órgano que preside la sala y que, con sus cerca de 4000 tubos, le da una gran personalidad.
Mahler y más para la segunda parte
La excelente acústica de la que hace gala la sala Brucknerhaus de Linz sacó a la Orquesta una gran Cuarta de Mahler, interpretada en la versión de nuestro titular Robert Treviño. Mojca Erdmann se incorporó en el cuarto movimiento de la sinfonía, la recta final en la que Mahler pone la voz de soprano para referirse al disfrute de la vida celestial. Y el público respondió, aplaudió y calificó de “brillante” el sonido de la orquesta vasca, invitada al ciclo Internationale Orchester. Como suele ser habitual en las giras y tras dos horas de concierto, la Orquesta cerró la noche con un bis en clave de zarzuela, el Intermedio de La boda de Luis Alonso de Giménez.
Con la sala ya vacía, en los camerinos del Brucknerhaus se respiraba mucha emoción y alegría, felicitaciones múltiples entre los músicos, los organizadores del concierto y sobre todo una gran satisfacción, la del director titular. Robert Treviño afronta la primera gira internacional con la primera orquesta de la que es titular, la que “lleva en la sangre” y ha sido distinguida, de momento en Linz, como “brillante”.
Hoy es tiempo para disfrutar de la ciudad austríaca, y para empezar a pensar en Múnich, cuya sala Herkulessaal nos espera para un difícil examen. Pero eso será mañana jueves, día 6 de diciembre, a las 20:00.