Música para un eclipse de luna en las Matinées de Miramón
En el marco de las Matinées de Miramón, el sábado 25 de mayo el grupo de cámara IDOAN ofrecerá un concierto en la sede de la Orquesta de Euskadi. El Cuarteto con piano en la menor de Joaquín Turina y el Cuarteto con piano nº1 en do menor de Gabriel Fauré son las obras que han seleccionado para poner banda sonora al eclipse lunar que tendrá lugar ese mismo sábado.
El grupo de cámara IDOAN está formado por virtuosos instrumentistas establecidos en Euskadi que, llevados por su amor a la música de cámara, decidieron trabajar a fondo el gran repertorio clásico, romántico y moderno. Cuenta con un repertorio amplísimo, que va desde el clasicismo de autores como Mozart hasta el minimalismo, con representantes como Philipp Glass, y abarca diversas formaciones, como el trío de cuerda, el cuarteto y el quinteto con piano. Los cuatro solistas que forman el grupo derivan de las mejores escuelas de instrumentos de cuerda y han logrado una gran cohesión sonora y de técnica interpretativa al servicio de la música de cámara. Entre los conciertos que han ofrecido cabe destacar algunos como los enmarcados en las Matinées de Miramón, el ciclo de música de cámara de la Bilbao Orkestra Sinfonikoa en el Palacio Euskalduna, el ciclo Los cuartitos del Arriaga, Convento Santa Ana en Oñati, Escuela municipal de Astigarraga, etc...
Para el concierto matinal del sábado, el grupo IDOAN regresa a la formación de sus orígenes, esto es, el cuarteto con piano. Así, interpretará obras de dos creadores que entre finales del siglo XIX y principios del XX dejaron su impronta en la música de sus respectivos países. En primer lugar, el Cuarteto con piano en la menor de Joaquín Turina (Sevilla, 1882-1949), quien fuera alumno de Vincent d'Indy en la prestigiosa Schola Cantorum de París y que en 1931, año de composición del Cuarteto, obtuvo la Cátedra de Composición en el Conservatorio de Madrid. A continuación, se podrá disfrutar del Cuarteto con piano nº1 do menor de Gabriel Fauré (Pamiers, 1845-París, 1924) ; se trata de una de las obras de cámara más conocidas de este compositor que, discípulo de Camille Saint-Saëns, fue considerado en Francia el compositor más importante de su generación y que marcó la obra de muchos creadores posteriores.